la lógica de las cosas que no deben dejar de ser

son las 3:28 am, escribo desde el teléfono porque tengo pendiente desde hace un año llevar a reparar mi computadora.

Corro el riesgo de que el insomnio me gane y lleguen las seis de la mañana junto a la energía de una niña de 2 años que empieza cada día como si fuera el primero de su vida, energía que debo, responsablemente, ayudar a canalizar.

Últimamente soy más cansancio que persona, más felicidad también, quien sabe quizás aprendemos a ser felices con lo que hay, estoy más cerca de los cuarenta de lo que me gusta recordar, pero también me siento enamorada de la persona que soy ahora y con ganas de entender que pasa después de que llegas a esa década, que todo parece más leve, al menos más «unapologetic».

Me desperté a renovar el dominio del blog, a pesar de que el último post es de hace dos años, y que deje pasar la fecha de renovación porque pensaba que quizás ya era hora de dejarlo ir. Más de quince años he estado pagando la anualidad, y en los últimos 7 he escrito menos de una vez por año, pero no sé, es una cosa que ya es. No puedo simplemente dejarlo ir, qué pasa si un día me levanto con insomnio a comer cereal porque «casi no cené», y no tengo donde escribir?

Seria catastrófico, hay cosas que simplemente no deben dejar de ser.

8 de enero 2021

El mundo, mi mundo, cambió por completo. La magia comenzaba a tener sentido, un sentido especial.

A las 22:59, el corazón salió de mis entrañas y se acomodó a mi lado, y ahí ha estado, aquí estará.

Es inexplicable, el amor más allá del amor. El amor por el amor. El amor jamas imaginado.

Un amor deseado y esperado, pero inimaginado.

…siempre

¿vivimos o simplemente gastamos el tiempo huyendo de la muerte?

A veces, cada día parece que es una batalla personal contra la muerte, contra el deseo de no estar mas, cada día que logras despertar es una mezcla confusa de sentimientos, ¿querías esta realmente ahí? ¿querías notar que soleado amaneció el día o que nublada la mañana se presenta frente a ti?

o quizás, entre todos los pensamientos que se acumularon en tu cerebro justo antes de dormir, latía fuerte el deseo de no despertar, simplemente salir de esto una vez, ver que pasa o quizás dejarlo hasta ahí, porque lo que viene es incierto y esa incertidumbre…acaba con algunos de tus días.

a veces simplemente eres incapaz de sentirte feliz, y la culpa de no lograrlo te acompaña…siempre.

sé que hoy es domingo

En los últimos días he estado particularmente reflexiva, no se si aún proceso lo rápido que han cambiado las cosas en los últimos meses y recién me empiezo a acomodar a este nuevo normal de como va a ser el mundo de ahora en adelante, quizás así estamos todos, recurriendo a nuestros más primitivos instintos de preservación, lo que demuestra que a pesar de estar en el año 2020 aún podemos encontrarnos con lo más esencial que tenemos.

Me casé hace 71 días, volví a trabajar un lunes y el viernes nos estaban enviando a la casa como medida preventiva, no hemos regresado a la oficina, he salido de mi casa en dos estrictas ocasiones, y la verdad hay días que no recuerdo si son lunes o viernes.

Todo ha tenido que re-inventarse, desde los trabajo hasta las dinámicas familiares, luego de dos meses aislada del mundo siento que no quiero volver a lo que era antes, este corto tiempo ha puesto tantas cartas sobre la mesas que simplemente sería tonto ignorar que nuestra nueva normalidad es el inicio de un importante paso evolutivo.

La vida cambia, el tiempo pasa, la tierra gira y los que fuimos ya hizo las paces con nuestra alma y se desvaneció, lo que hoy somos es la clave, tomar las decisiones hoy, pensar hoy, ser hoy, no importa si mañana somos otros.

 

amar en rojo

– y en argentina o acá te has involucrado en política?

– y, todo lo que hacemos es político, aquí en Panamá nunca he militado en ningún partido…es que no me convence ninguno. Hay mucho que hacer toda,…

– eh, disculpa que te interrumpa pero no me gusta esa palabra «militancia», es muy comunista.

(En contexto, esta fue una conversación con un funcionario que intentaba dejar claro que su nombramiento no estaba vinculado al partido de turno e intentaba averiguar mis inclinaciones políticas.)

En el tiempo que corre, en la realidad que vivimos a nivel mundial, regional y nacional resulta imperante entenderse como sujetos políticos, entender de una vez por todas que es una ridiculez repetir la frase «es que yo soy apolítico», en el estricto sentido de esa palabra es absurdo pensar a un ciudadano no político, y creo que esa frase es una excusa muy blandita que dice «no entiendo como funciona el Estado y como no me falta nada no me interesa mas, si no me afecta no me importa».

Un estado sin ciudadanos que se reconocen como parte del mismo, es terreno fértil para la corrupción y el ventajismo del poder económico.

En Panamá es muy fácil tener cosas, y somos la sociedad perfecta de la idiocracia, el que produce tiene y es fácil tener de todo, y el pensamiento (consciente o no) común es «no me importa como funcionan las cosas porque a mi no me falta nada…» el problema de este sistema es que se desgasta, y ya faltan las cosas, y los ricos son mas ricos y los pobres más pobres, y los ricos mantienen a los pobres de su lado con migajas y adoctrinamiento, y en el medio, la clase productora, que paga cuentas y que se educa, y que entiende que cada vez es más difícil pagar las cuentas y educarse.

Cada quien tiene derecho a creer en el sistema político que mejor le parezca y que más le convenga, pero en Panamá tenemos que llegar siquiera ahí a un debate consciente y con bases políticas reales, nos falta educación social, educación política…nos falta educación.

Y en cuanto a criticar al otro y tildarlo de comunista solo porque se entiende como un ente político parte del Estado, es una muestra de ignorancia suprema, esa ignorancia tan made in usa en donde se le teme a todo el que piensa distinto y que pone en riesgo al status quo.

En cuanto a mi, soy un ente en continua formación, en continuo crecimiento y cuestionamiento, pero me encanta ver el mundo y la vida desde la ventana del lado del chofer (ref. latinoamericana del conductor vehicular).

Despues de todo, vivimos en un tiempo en donde el amor se ha convertido en el principal acto de rebeldía y si esa bandera la levantamos todos lograremos comprender que el siguiente escalón de nuestra evolución socio-política debe ser cambiar el yo por el nosotros.

 

 

 

Stop the bullshit, I’m gettin’ married!

Me caso, en unos pocos meses me caso con mi persona favorita en el mundo, el que revolucionó mi ser, el que me llevó a desafiar mis propios límites usando únicamente el amor, la gentileza, la bondad, todo en una persona que por mucho tiempo estuvo frente a mis ojos.

JAMÁS pensé que me casaría y que me emocionaría la idea de organizar una ceremonia que nos representé y que no nos haga ceder frente a tradicionalismos, y me emociona, me emociona la idea de pasar junto a un ser maravilloso el tiempo que el amor bueno nos dure, que estoy segura que va a ser mucho mucho.

Me emociona la idea de construir y de-construir el mundo a tu lado!

me caso, bitches!

El derecho de acceso a la información y la responsabilidad de su ejercicio

En Suecia en 1766, los suecos exigieron conocer como funciona el Estado, y en ese momento todas las condiciones socio políticas eran ideales para que naciera la primera ley de acceso a la información pública del mundo, la Ley de libertad prensa y expresión y del acceso a documentos públicos.

En 1948, con la declaración universal de derechos humanos bajo el paraguas del artículo 19, derecho a la libertad de expresión, se reconoce también el derecho de investigar y recibir informaciones, y difundirlas.

y luego en 1969, el artículo 13 de la convención americana sobre derechos humanos convierte al sistema interamericano en el primer sistema sistema regional en reconocer el derecho de acceso a la información como un derecho humano.

No voy a aburrirlos repitiendo los textos sobre el derecho de acceso a la información, para mí es el derecho que tenemos todos de preguntar a los gobernantes que están haciendo, cómo lo están haciendo, porqué lo están haciendo y así poder identificar para quienes lo hacen, respecto a la gestión de recursos del Estado.

Panamá reconoce el Derecho de Acceso a la Información (DAI) en el artículo 43 de la constitución política de la república dentro del capítulo que trata sobre las garantías fundamentales, y por Ley contamos con los procedimientos para acceder a la información pública a través del Habeas Data o las solicitudes de acceso a la información, y además tenemos una entidad autónoma garante de hacer cumplir nuestra Ley de transparencia y a la cual podemos acudir a denunciar cuando no se cumple.

“El actuar del Estado debe encontrarse regido por los principios de de publicidad y transparencia en la gestión pública, lo que hace posible que las personas que se encuentran bajo su jurisdicción ejerzan el control democrático de las gestiones estatales, de forma tal que puedan CUESTIONAR, INDAGAR y CONSIDERAR si se está dando un adecuado cumplimiento a las funciones públicas”, declara la Corte Intermericana de Derechos Humanos respecto al DAI.

Entonces, si el Estado debe ser transparente y garantizar el DAI, el ciudadano debe ejercer ese derecho de manera efectiva, el DAI es un derecho que se ejerce preguntando, buscando, investigando, cuestionando, yendo más allá de lo se ve en la superficie, y cuando uno pregunta, y pregunta, y pregunta….genera INCOMODIDAD, y en este caso esa incomodidad es lo que nos va a asegurar que vamos por el camino correcto.

Porque lo positivo de la incomodidad es que genera cambios, y en este caso esos cambios deben ser acordes a la obligación del Estado, RESPONDER, RENDIR CUENTAS, SER TRANSPARENTE.

Estando en pleno año 2019, con una sociedad que pasa más tiempo en medios digitales que en la vida real, resulta IMPERANTE que el DAI, como todos los derechos, se garantice aprovechando los avances tecnológicos.

Hoy en Panamá, tenemos un portal nacional de datos abiertos de gobierno con información estadística que proporcionada por las instituciones públicas de manera pro-activa y que día a día se afina en cuanto a calidad y valor para el re-uso, tenemos un portal de Panamá en Obras que busca proporcionar información sobre el gasto público en obras de infraestructura, un portal nacional de gobierno abierto y varias iniciativas ciudadanas que utilizan la tecnología para lograr que la información pública sea efectivamente pública.

Por supuesto que existe la información confidencial y la información restringida, pero tanto una como la otra obedecen a una norma y a un procedimiento para su clasificación como tal, pero DEBEMOS APUNTAR A QUE EN NUESTRO PAÍS EL SECRETO SEA LA EXCEPCIÓN, NO LA REGLA,  en donde sea tan difícil ocultar las cosas que ese sea el primer disuasorio de los corruptos, porque un Estado en el que se ocultan cosas, que existen “secretos” o informaciones privilegiadas, puede indicar que se actúa en función de algún interés particular, desnaturalizando el concepto de democracia. Es así como el DAI actúa bajo el enfoque del interés general del Estado.

Entonces, ¿cuál es mi rol?, ¿cuál es nuestro rol? como ciudadanos debemos asumir el compromiso de INCOMODARNOS, ejercer efectivamente el DAI, convertir los datos públicos en información útil para todos y hacer algo con esa información.

Necesitamos explotar los datos, proponer soluciones, fiscalizar el gasto público, asegurarnos de que el gobierno dirige los recursos del Estado a donde deben estar para mejorar nuestra calidad de vida.

Los objetivos de desarrollo sostenible están de moda, y afortunadamente están de moda, pero además de hacerlos trending topic, debemos ponerlos en acción, pasar de las redes a la realidad y el DAI es una herramienta muy valiosa para el alcance de cada una de las metas.

El ODS 16 tiene como una de sus metas garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, y no es coincidencia que se presenten juntos estos dos conceptos.

El escenario está montado, solicitar datos públicos nos va a permitir identificar si todos los servicios básicos disponen de recursos para ser prestados de manera adecuada a la ciudadanía.

Un país transparente que destina recursos a donde deben estar, podemos pensar que garantiza los Derechos económicos, sociales y culturales de las personas, y una ciudadanía que conoce y respalda el buen actuar del gobierno es una ciudadanía productiva.

En julio de este año, BBC Mundo Noticias, publicó un arículo de Cecilia Barría, que se titula “El «salto cuántico» de Panamá, el país con el mayor crecimiento económico de América Latina (y por qué no es un paraíso)”, y en una parte de su artículo dice, “Panamá está lejos de ser un paraíso: es uno de los países más desiguales de la región y ha estado en el centro de los mayores escándalos de corrupción de los últimos años en América Latina.” y con un crecimiento de 5,9% en los últimos 25 años, yo me pregunto ¿PORQUÉ?.

Una ciudadanía empoderada frente a los poderes institucionales, en pleno ejercicio del DAI y en pro de la transparencia pone en jaque a las prácticas corruptas que son un problema que se manifiesta en lo público y en lo privado, la corrupción es un problema que se convirtió en parte del sistema, y la corrupción no discrimina, ni credo, género, clase social, nivel académico, etnia, NI ÉPOCAS.

Debemos reflexionar sobre nuestra posición frente a la corrupción, y para terminar les comparto mi reflexión personal:

  1. Debemos repensar el servicio público y recuperar la vocación de servicio en beneficio del bienestar social.
  2. Comprometernos como ciudadanos a ejercer responsablemente el DAI y trabajar con las instituciones públicas a identificar y solucionar problemas.
  3. Innovar, desde nuevos modelos de negocio, nuevas formas de ejercer nuestras profesiones, entendiendo que los datos son nuestro bien más preciado, y el más valioso recurso para llevar este país al siguiente paso de maduración en Derechos Humanos.

La próxima vez que te preguntes porque no funciona algo en el país, piensa también qué vas a hacer cuando tengas la respuesta, los invito a pensar-se dentro de esta revolución de #MasDatosMenosCorrupción.

Ars longa, vita brevis

Hace unas semanas tuve la oportunidad de hablar sobre el Derecho de Acceso a la Información Pública, debo confesar que mi intervención fue muy bien pensada a modo de catarsis, resumen y expresión de mi sentir respecto a la importancia de este Derecho.

Durante un año y algunos meses estuve a cargo de la coordinación e implementación de la política pública de datos abiertos de gobierno, una maravillosa forma de garantía, ejercicio y aprovechamiento del derecho de acceso a la información pública, pero en Panamá hace falta muchísima educación en materia de derechos humanos, participación ciudadana, ética y especialmente, una revalorización del servicio y el servidor público.

Decidí no seguir trabajando para el Estado, no por ahora, creo que para el país es fundamental la vigilancia ciudadana, la participación y la demanda de cumplimiento de la Ley, especialmente durante esta reciente administración.

Tenía fe y esperanza en que un cambio de administracipon significara nuevas y buenas cosas, ya no. Ahora toca trabajar desde todos los frentes posibles para asegurar que nuestra dignidad como ciudadanía sea respetada.

Agradezco a quien lea mis palabras y que comente, sería bueno.

En el siguiente post, les comparto mis palabras sobre el acceso a la información.

La dialéctica de Marx y la mecánica de la historia: un manual de reparación para la sociedad

  Sin categoría  

Karl Marx nunca inventó algo llamado “marxismo”, y el comunismo fue descrito por un francés llamado Victor D’Hupay 41 años antes de que Marx naciera. Pese a que la Guerra Fría terminó en 1989, las etiquetas “marxista”, “socialista” y “comunista” siguen siendo las más utilizadas en medios de comunicación estadounidenses para difamar a todo el que no sea del agrado de los comentaristas, y mientras la llamada izquierda los ignora, los pseudointelectuales de la “alt-right” se aseguran de que los resultados de búsqueda de estos términos arrojen memes paranoicos sobre los supuestos peligros del “marxismo cultural” (que por cierto, es una táctica de temor creada por los nazis). La triste realidad es que muy pocas personas parecen saber algo sobre lo que Marx decía en realidad, y esto es especialmente cierto en el caso de aquellos que denuncian el “marxismo” con mayor vehemencia.
En cualquier caso, este post es para todo el mundo: si solo quieres aprender lo esencial sobre el pensamiento de Marx, o si ya de por sí opinas que estaba errado, pues el post te servirá para al menos estar en desacuerdo con los conceptos correctos.

Dialéctica y la mecánica de la historia: la arquitectura material de la sociedad

“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. – Karl Marx, Tesis sobre Feuerbach.

Para cuando fue escrito el Manifiesto comunista, ya muchos socialistas utópicos y comunistas rondaban Europa causando todo tipo de revuelos. Sin embargo, antes de Marx, ellos (algunos más que otros, por supuesto) entendían la historia como un compendio de las acciones y elecciones de sus protagonistas, quienes luchaban por sus ideas, valores y creencias. La sociedad era entendida como un simple compendio de todo lo dicho y hecho por los personajes más importantes de la historia (incluyendo la típica intervención divina ocasional, o los “accidentes del destino”). Basados en esta concepción, los reformistas pensaban que la sociedad cambiaría si suficientes personas aceptaban sus nuevos valores e ideas acerca de cómo debían ser las cosas. Esta filosofía según la cual el mundo material es moldeado por las ideas, la mente, el espíritu u otras fuerzas inmateriales, se conoce como idealismo. Y aquí es donde entra un filósofo prusiano con su impresionante barba y lo arruina todo…
La base material: la infraestructura

“Según la concepción materialista de la historia, el elemento más determinante de la historia es la producción y la reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo hemos aseverado nada más que esto”.
Friedrich Engels, amigo cercano de Marx y coautor del Manifiesto comunista.

Luego de estudiar filosofía, Marx comenzó a ver las cosas de forma muy diferente. Se dio cuenta de que la civilización tenía que producir todo lo que necesitaba para la supervivencia humana antes de poder desarrollar cultura, arte, religión o política. Notó que en la base de cada sociedad había un sistema para producir y reproducir los alimentos, el albergue y las condiciones materiales que sostienen la vida, al que llamó base material. Al ver que la base material no parecía resultar de los valores y creencias particulares de la sociedad, Marx concluyó que las condiciones materiales de las sociedades no eran el resultado de las ideologías, sino que, de hecho, parecía ser a la inversa.
Relaciones de producción: el ‘chasis’ social
“La sociedad no consiste en individuos, sino que expresa la suma de las interrelaciones, o las relaciones, en que se sostienen estos individuos”.  Karl Marx

Producir los bienes que sostienen a una sociedad entera es un proyecto colectivo, ya que todos necesitamos comer. Esto implica que todos estamos obligados a participar en la base, sea produciendo y consumiendo, o al menos consumiendo. Una persona cosecha, la otra transporta los alimentos a un pueblo donde a un cocinero le pagan por preparar la comida, y alguien más se la come en su hora de almuerzo trabajando en la misma tienda que vendió botas a los agricultores o granjeros por una porción del salario que les paga el dueño de la granja. Estos son ejemplos muy simples de las relaciones de producción, un término que Marx utilizó para describir el entramado social de relaciones que se producen entre los miembros de una sociedad como resultado de su base o infraestructura. En una escala más grande, estas relaciones dividen a la sociedad en grupos socialmente definidos por su rol económico.

 

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Entendiendo la clase
Los grupos que comparten los mismos intereses económicos se conocen como clases. En las sociedades capitalistas, los jornaleros, maquinistas, empleados y otras personas que intercambian su fuerza de trabajo por un salario, constituyen la clase trabajadora, también conocida como proletariado. Mejores salarios, derechos laborales y programas sociales sólidos tienden a dar a los trabajadores una porción más grande de la riqueza total de la sociedad. Los empleadores, gente de negocios e inversionistas son la clase capitalista, a la que Marx se refirió como la burguesía (que literalmente se traduciría como “gente de la ciudad”). Los capitalistas se benefician económicamente de pagar salarios más bajos, brindar menos derechos laborales y tener menos regulaciones, pues todo ello les da una mayor porción de las riquezas de la sociedad.
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La superestructura ideológica
Las ideas de la clase dominante son, en todas las épocas, las ideas dominantes”.  Karl Marx

Marx veía las relaciones de producción como el marco de referencia de la cultura, los valores, las creencias y las ideas políticas en una sociedad, a lo cual llamó superestructura ideológica. La superestructura comprende prácticamente todo desde los sistemas legales y políticos hasta las instituciones religiosas, las escuelas y los medios de comunicación. Dado que las relaciones sociales no dan acceso o control equitativo sobre la riqueza, ciertas clases acaban teniendo un mayor poder económico. Esta estructura de poder es reforzada por la superestructura porque, naturalmente, las clases con mayor riqueza tienen mayor influencia sobre las instituciones, lo que convierte a estas últimas en instrumentos para justificar el statu quo y formalizar el poder económico de la clase dominante.

 

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Por ejemplo, en el feudalismo la clase dominante era apoyada por la Iglesia a través del dogma religioso que justificaba la existencia de una monarquía, y que reinterpretaba la biblia de modo que los campesinos aprendieran que desobedecer a los gobernantes era un pecado y que la pobreza era una virtud. Sin embargo, bajo el capitalismo, los publicistas y las celebridades envían el mensaje de que cualquiera es libre de volverse rico si trabaja lo suficientemente duro por sí mismo, haciendo creer que los ricos de la clase capitalista fueron trabajadores en el pasado, igual que cualquier trabajador. Hasta el momento en que las relaciones de producción cambien
 (y es que siempre cambian), la superestructura refleja los intereses de la clase que controla la riqueza producida por la base.
Para resumir de forma básica la visión de Marx sobre la estructura material de la sociedad:
  • La ideología, los valores, la política, las leyes, etc., son un resultado de la base material de la sociedad, que es el ciclo de actividad económica que produce las condiciones materiales necesarias para la supervivencia de dicha sociedad. 
  • Para producir la base, los miembros de la sociedad deben involucrarse en relaciones de producción que dan lugar a un marco social en el que se sostiene la superestructura ideológica.
  • Las instituciones que componen la superestructura defienden y justifican las condiciones sociales y económicas en favor de la clase dominante.

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Dialéctica y conflicto de clases: los motores del progreso social

“Quien haya entendido que la evolución procede por medio de la lucha entre fuerzas antagónicas; que una lenta acumulación de cambios en determinado momento hace estallar la vieja carcasa y trae una catástrofe, una revolución; quien finalmente haya aprendido a aplicar las leyes generales de la evolución al propio pensamiento, es un dialéctico. El entrenamiento dialéctico de la mente, tan necesario para un luchador revolucionario como para un pianista lo es ejercitar los dedos, requiere aproximarse a todos los problemas como procesos”.
Leon Trotsky

Las ideas de Marx acerca de las fuerzas que yacen bajo la fachada de la sociedad no fueron lo único que cambió la forma de entender la historia humana. De hecho, estas aproximaciones materialistas son apenas el primer paso para entender el gran cuerpo teórico que Marx desarrolló para explicar cómo funciona el cambio social (es decir, la revolución).

El método dialéctico
El núcleo teórico de Marx sobre la historia es la dialéctica. La dialéctica es una manera de pensar críticamente los sistemas o procesos entendiendo su devenir; es decir, cómo llegan a ser lo que son. No existe una receta o fórmula exacta para el análisis dialéctico, pero sirve de ayuda ver la dialéctica en 3 partes: tesis, antítesis y síntesis. Una tesis puede ser cualquier cosa que elijamos analizar, y al examinarla de cerca encontramos que no puede ser separada de una fuerza opuesta que la niega; es decir, la antítesis. El conflicto entre las fuerzas opuestas desarrolla una contradicción que debe ser resuelta por la síntesis, que es un nuevo estado que condensa el conflicto en un “todo” más desarrollado. Esto es más simple de lo que parece. Aquí algunos ejemplos de la dialéctica en acción:
  • La oruga (tesis) no puede ser entendida sin la mariposa (antítesis). Todo lo que tenga que ver con la oruga (masticar hojas, trepar plantas, un cuerpo segmentado, etc) contiene la fuerza de una mariposa que la niega. El conflicto entre estas fuerzas opuestas (la oruga y la mariposa) desarrolla una contradicción que hace colapsar el sistema de la oruga y da lugar a un nuevo estado: la crisálida (síntesis).
  • Una planta eléctrica (tesis) funciona con carbón de una mina cercana. El carbón que produce la energía también convierte a la mina en una mina vacía (antítesis) que la niega. El conflicto entre las tendencias opuestas de la planta eléctrica y el vaciado de la mina desarrolla una contradicción interna en el sistema que colapsa y trae un nuevo estado, en el que se termina utilizando una fuente de energía distinta, o se clausura la planta (múltiples síntesis posibles).

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La dialéctica social
Con la dialéctica, Marx construyó un modelo de la historia que entendía la sociedad como un proceso impulsado por contradicciones que se desarrollan en su base material, entre relaciones y fuerzas de producción opuestas. Al principio, las relaciones de producción son generadas por un patrón establecido por las fuerzas de producción, que son las materias primas, herramientas, trabajo y tecnologías disponibles para su uso en la producción. Luego, el patrón es formalizado en la superestructura legal y en las instituciones políticas, pues están controladas por la clase que obtiene mayores riquezas de la situación (y que, naturalmente, querrá mantenerlo así). Así es como las contradicciones comienzan a desarrollarse.
El patrón definido por las fuerzas de producción cambia con el tiempo debido al surgimiento de nuevas tecnologías, descubrimientos científicos, recursos cambiantes e innovaciones del trabajo, entre otros factores. A medida que estas fuerzas comienzan a cambiar, se alejan del patrón formalizado en las relaciones de producción, de modo que eventualmente ambas entran en conflicto. Por un lado, la clase dominante protege su poder reforzando los viejos patrones, y por el otro, las fuerzas de producción (incluyendo los trabajadores de la fuerza laboral) adoptan un nuevo patrón que contiene las semillas de una nueva estructura de clase.

Lucha de clases y revolución social

La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases” Karl Marx

Los intereses de la clase dominante se alinean con las tendencias de la resistencia al cambio presente en las relaciones de producción, mientras la clase productiva se alinea con las fuerzas de producción y su revolucionaria tendencia al progreso. A medida que se intensifica el conflicto entre las relaciones y las fuerzas, los mecanismos políticos y legales de la superestructura defienden el orden establecido, entorpeciendo el cambio en las fuerzas productivas y suprimiendo nuevos flujos de riqueza. Un buen ejemplo de lo anterior serían los esfuerzos realizados actualmente por el Congreso y la Comisión Federal de Comunicaciones por ganar mayor control sobre internet, un invento transformador para las fuerzas de producción.
Sin embargo, es común que las clases productivas tarden en desarrollar un sentido de solidaridad de clase (o conciencia de clase), pues la superestructura opera para adoctrinar a las mayorías con las perspectivas e ideologías de la clase dominante. Los medios, la educación y la propaganda persuaden constantemente a la sociedad de que aquello que beneficia a la clase dominante es lo mejor para todos. Pero es cuestión de tiempo. Mientras algunas contradicciones se desarrollan más profundamente, la clase dominante se ve en la necesidad de recurrir cada vez más a la fuerza y a la tiranía para preservar el orden social, eventualmente provocando el levantamiento de las clases dominadas.
Cuando las condiciones están lo suficientemente maduras, la revolución social rompe el cascarón del orden ya colapsado para formar nuevas relaciones de producción de manera espontánea, transformando la sociedad de abajo hacia arriba; es decir, de la base a la superestructura.

Entendiendo la tradición marxista

Lo que mucha gente no entiende de Marx es que él nunca tuvo la intención de impulsar el argumento ético o moral de que todos debamos ser iguales. Marx se ocupó de la mecánica de la historia y trató de explicar cómo funcionaba la sociedad. Nunca dijo que el capitalismo debía caer (muchas personas ya habían llegado a esa conclusión antes que él), sino que caería porque tenía que caer, dado que las propias contradicciones en la base del capitalismo asegurarían su caída, al igual que ocurrió con todas las sociedades de clases que lo antecedieron.
Ni siquiera se trata de si “el socialismo es correcto”, o de si es la mejor idea, sino de los resultados inevitables de la historia. Una de las implicaciones más radicales de la teoría marxista es que, al igual que la evolución, el desarrollo biológico, la entropía o el propio tiempo, la historia tiende a moverse en una dirección: hacia adelante.
dialectica

El marxismo es la idea de que la sociedad es un verbo
Aunque Marx era crítico del capitalismo, lo era aún más de todos los otros sistemas que existieron antes. Está claro en sus propios escritos que Marx veía el capitalismo como progresista en comparación con lo que había antes, y que admiraba la eficiencia de la producción capitalista, a la cual consideraba un paso hacia la abundancia necesaria para el desarrollo del socialismo. Tal como una oruga o una crisálida son fases en el desarrollo de una mariposa, él entendió que tanto el capitalismo como el socialismo eran fases para el desarrollo pleno de la sociedad. Pero, sin la oruga y sin la crisálida, o sin el capitalismo, no puede haber ni mariposa ni comunismo.

Marx: meteorólogo y profeta
Para entender qué hacía a la sociedad cambiar, Marx se remitió a sus raíces en lo más oscuro de la historia, y en lugar de hazañas de reyes, encontró un crisol en cuyo interior vio una civilización verdaderamente humana aún en desarrollo. Y aunque seguramente no le hubiese agradado esta comparación, en cierta forma él era más que economista o historiador, un profeta. Al igual que Isaías, él proclamó la emancipación de los pobres y los oprimidos, advirtiendo a los gobernantes acaudalados de que un día su poder se evaporaría. Al buscar las constelaciones en donde se entrecruzan la historia, la naturaleza y la civilización, Marx percibió un patrón. O quizás solo era una especie de meteorólogo que daba predicciones socioeconómicas para una sociedad sin estado y sin clases.
Solidariamente,
John Laurits
Texto original: